¿Qué es el fondo de garantía de depósitos?
Por desgracia, el fondo de garantía de depósitos es un término que se ha hecho familiar en los últimos tiempos. Y decimos “por desgracia” porque su popularidad ha ido asociada a la reciente crisis económica y al miedo, en muchos casos infundado, que han experimentado algunos ahorradores a perder sus fondos bancarios, lo que a su vez podría tener como consecuencia un ‘corralito’ (la retirada masiva de dinero en efectivo de las entidades bancarias). En este artículo te contamos qué es exactamente el fondo de garantía de depósitos, cuál es su origen y función así como la importancia de un concepto económico clave: la solvencia.
El fondo de garantía de depósitos es una cuenta creada en el Banco de España por los bancos, las cajas de ahorro y las cooperativas de crédito cuyo objetivo es asegurar que los clientes de una entidad bancaria en quiebra puedan disponer de su dinero hasta un determinado límite. Ese límite de saldo, como en la mayoría de países europeos, es de 100.000 euros. Lo cual quiere decir, en otras palabras, que si una entidad bancaria entra en bancarrota, sus clientes tienen garantizados sus depósitos hasta 100.000 euros. Si el cliente tuviera un saldo bancario superior a esos 100.000 euros, podría no recuperar la diferencia.
No obstante, se trata de un mecanismo de seguridad del que se han dotado las entidades bancarias y el propio Estado español, y en la historia reciente no ha hecho falta ‘echar mano’ de ello. Por tanto, aún no hay experiencia sobre cómo funcionaría y respondería este fondo de garantía de depósitos, que nació en el año 1977 y que se ha visto reforzado económica y administrativamente en 2008 y 2010, cuando se amplió el límite del importe garantizado y cuando se reforzó su papel en el marco del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, conocido como FROB.
Fondo de garantía de depósitos y solvencia
Un concepto que está estrechamente relacionado con el fondo de garantía de depósitos es el de la solvencia, que es la capacidad de un banco para cumplir a medio y largo plazo todas sus obligaciones y asumir los riesgos derivados de su propia actividad. Se trata de algo muy medido y monitorizado por parte de las instituciones económicas europeas, que para ello calculan una ratio de capital. A nivel español es el Banco de España quien supervisa el comportamiento de las entidades del país, aunque la máxima autoridad al respecto es la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), que fija las directrices y condiciones que han de seguir las entidades bancarias.
Por lo que respecta a las compañías de microcréditos, la ley no incluye a estas en la lista de entidades que deben someterse a las pruebas de solvencia y test de estrés. Sin embargo, la capacidad económica de una compañía es fundamental para su propia credibilidad y para ofrecer confianza a sus clientes. En el caso de Credy, la mejor carta de presentación son sus propios datos estadísticos: más de 331 millones de euros prestados hasta este momento en más de 610.000 operaciones de crédito tramitadas. Además, cuenta con una reconocida experiencia en países europeos como la República Checa, Eslovaquia o Polonia, y ya ha extendido sus servicios a otros como México o Argentina.
Además, la fiabilidad de Credy viene dada por la selección de sus colaboradores: a través de nuestro sitio web podrás entrar en contacto con prestamistas prestigiosos y solventes, que cuentan a su vez con un apoyo financiero suficiente como para desarrollar la labor de conceder minipréstamos online. Estos prestamistas rápidos, además de ser solventes disponen de esta manera de la liquidez (capacidad de hacer frente a las obligaciones a corto plazo) necesaria para operar en este sector.
Gestión del riesgo en Credy
Otro concepto importante que está relacionado con la solvencia y la liquidez es el riesgo. Se podría pensar que las operaciones económicas que se tramitan a través de Credy implican mayor riesgo para los prestamistas, puesto que en muchos casos se conceden créditos a personas inscritas en listas de morosos como ASNEF o que no cuentan con una nómina fija en ese momento. Sin embargo, ese riesgo está siempre bajo control, especialmente por el hecho de ser préstamos de bajo importe, poco comprometedores para los prestamistas.
En Credy.es, se pueden solicitar y tramitar préstamos online que no superen los 750€, lo cual es una cifra suficiente para afrontar multitud de gastos cotidianos y profesionales pero que no se puede considerar una operación de gran envergadura. Por otro lado, un factor importante es el plazo de devolución, muy breve: entre 1 y 30 días. Esto va en beneficio de la liquidez de los prestamistas, que ven cómo el importe de sus créditos y por tanto de sus fondos económicos quedan siempre restituidos en un breve periodo de tiempo.