Quién pide un microcrédito en España: retrato del prestatario

Quién pide un microcrédito en España: retrato del prestatario

El mercado español del microcrédito, al igual que en otros países europeos, está experimentando un periodo de fuerte crecimiento. La necesidad de disponer rápidamente de pequeñas sumas de dinero surge entre diversos segmentos de la población. Pero, ¿quién es exactamente el principal consumidor de microcréditos en España? Veamos el retrato de un prestatario típico y analicemos los factores que influyen en la popularidad de los préstamos rápidos.

Edad y sexo de los prestatarios

Los estudios muestran que el grueso de los prestatarios tiene entre 25 y 45 años. Este grupo se caracteriza por una actividad económica activa, tiene un trabajo estable, pero no siempre tiene tiempo de ahorrar lo suficiente para sobrevivir a una crisis o a un caso de fuerza mayor.

En cuanto al género, podemos decir que hombres y mujeres solicitan microcréditos por igual. La parte masculina de los consumidores los invierte más a menudo en negocios o empresas de nueva creación, mientras que las mujeres utilizan los micropréstamos para resolver emergencias domésticas o familiares.

Situación económica

Los microcréditos son solicitados más a menudo por quienes tienen bajos ingresos. No disponen de fondos suficientes para formar el llamado colchón financiero. Puede tratarse de trabajadores temporeros, personas que viven en zonas rurales dedicadas al cultivo de hortalizas o personas que trabajan en puestos mal remunerados.

A menudo, un microcrédito se convierte en el medio con cuya ayuda se puede llegar al próximo sueldo. Como resultado, al haber recibido dinero por el trabajo realizado, se paga la deuda, pero al mismo tiempo no se dispone de fondos suficientes para vivir hasta el próximo pago. En este caso, se vuelve a pedir el microcrédito, y así sucesivamente en círculo.

Pero aunque el salario sea suficiente, puede haber gastos adicionales que no estén presupuestados. Por ejemplo:

  • avería del aparato;

  • reparaciones del coche;

  • enfermedad repentina;

  • preparar a los niños para el curso escolar.

No todo el mundo puede hacer frente a tales cargas financieras, por lo que un microcrédito se convierte en la única solución a falta de una tarjeta de crédito.

Estatus social

Los jóvenes, especialmente los estudiantes, recurren a los microcréditos para cubrir gastos educativos y domésticos. Esto ocurre cuando no se cuenta con el apoyo de los padres o se decide vivir de forma independiente lejos de los parientes. Al haber dejado las zonas rurales por la ciudad, los jóvenes se enfrentan a una vida más cara, pagando facturas de servicios públicos y subsistiendo. Antes de que un estudiante encuentre un trabajo estable a tiempo parcial, sólo este tipo de préstamos puede ayudarle, ya que el banco no concede préstamos sin ingresos confirmados.

Una proporción significativa de los prestatarios son inmigrantes. A menudo carecen de acceso a los servicios bancarios tradicionales debido a un historial crediticio insuficiente o a la falta de ciudadanía. Las IMF no siempre prestan atención a estos factores y aprueban un préstamo basándose en un paquete mínimo de documentos.

No es raro que los empresarios resuelvan sus dificultades financieras de esta manera. Las pequeñas empresas tienen pocas posibilidades de conseguir un préstamo bancario. Cuando urge pagar a los proveedores o comprar equipos, un microcrédito puede ser una excelente inversión.

¿Cuáles son las razones para solicitar un microcrédito?

Los microcréditos se suelen pedir para cubrir necesidades cotidianas. Pueden ser facturas de electricidad y agua, comestibles y ropa, aparatos y electrodomésticos. Pero también hay otros motivos:

  • Los gastos médicos, el mantenimiento del coche se convierten en factores de acercamiento a las IMF.

  • Algunos prestatarios utilizan el microcrédito para pagar viajes, vacaciones o grandes compras. Cuando surge la oportunidad de comprarse un viaje calentito y el sueldo está lejos, el ahorro puede ser mayor que el sobrepago del préstamo.

  • Inversión empresarial. Esto es especialmente cierto para los nuevos empresarios, con una buena idea de negocio y falta de fondos para la puesta en marcha. Los microcréditos pueden ser una herramienta para poner en marcha o mantener una pequeña empresa.

Éstas son sólo algunas de las razones más comunes por las que los españoles recurren a las organizaciones de microfinanciación. Las situaciones son individuales, debido a diferentes razones y circunstancias vitales.

Visión general de la geografía del prestatario

Si consideramos la categoría de habitantes urbanos, la mayoría de los clientes de IMF viven en grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia. Aquí el coste de la vida y del alquiler es bastante elevado, lo que no todo el mundo puede permitirse.

En las zonas rurales, el microcrédito es popular entre los agricultores y los trabajadores temporeros que se enfrentan a dificultades financieras temporales. Por ejemplo, para las pequeñas empresas agrícolas, un préstamo puede ayudar a comprar semillas, combustible, maquinaria o piezas de repuesto. Es una decisión racional, una inversión, por lo que a menudo sale rentable a pesar del elevado tipo de interés. Los trabajadores contratados no tienen un salario estable, por lo que no pueden asignar su presupuesto, así que el microcrédito se convierte en la única fuente de ingresos durante un tiempo.

Conclusión

En resumen, el retrato robot del prestatario de microcréditos en España es el de una persona de entre 25 y 45 años, de clase baja o media, que se enfrenta a dificultades financieras temporales. Pueden ser jóvenes, estudiantes, inmigrantes o propietarios de pequeñas empresas. Las principales razones para solicitarlo son cubrir gastos urgentes o apoyar un negocio. Es importante recordar que hay que solicitar los préstamos con prudencia para evitar deudas y problemas financieros.

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